Los probióticos son conocidos sobre todo por dos cosas: mejoran la microbiota y la salud intestinal, y fortalecen el sistema inmunitario o las defensas naturales de nuestro cuerpo. Pero estas bacterias buenas también promueven beneficios en lugares de nuestra anatomía alejados del intestino.
Uno de estos lugares es la boca.
En un post anterior del blog, vimos cómo los probióticos pueden ser de gran ayuda en caso de halitosis o mal aliento. ¿Y sabías que pueden asimismo ayudarte a controlar trastornos de la salud bucal como la caries, la gingivitis e incluso el cáncer oral o de boca?
Vamos a verlo.
Trastornos de la boca: tipos y características
Una mala dieta, el tabaco, el alcohol o la mala higiene oral aumentan el riesgo de infecciones y enfermedades bucodentales. Estas son las más comunes:
- Caries dental: enfermedad crónica ocasionada por bacterias productoras de ácido, principalmente Streptococcus mutans, que conlleva la desmineralización del esmalte o superficie de los dientes. Entre los principales factores causantes o agravantes de caries se encuentra la dieta (carbohidratos o azúcares fermentables).
Es la causa principal de dolor en la boca y pérdida de dientes. Progresa lentamente y todas las personas son susceptibles de padecerla a lo largo de su vida; según la OMS, entre el 60 y el 90 % de los niños y casi el 100 % de los adultos tienen caries dentales. No obstante, se trata de una enfermedad prevenible.
- Enfermedad periodontal: o enfermedad de las encías, que incluye la gingivitis y la periodontitis (gingivitis avanzada). Es un trastorno inflamatorio crónico que afecta al periodonto, el tejido que rodea y sostiene los dientes, y destruye gradualmente el hueso y demás tejidos de soporte.
A la gingivitis le dedicaremos un artículo completo en el blog de ProKey.
- Enfermedades infecciosas orales como la candidiasis bucal, las aftas o el herpes bucal.
- Traumatismos por lesiones y lesiones hereditarias.
- Cáncer bucal: término médico que alude a cualquier crecimiento maligno localizado en la boca. El cáncer oral o cáncer de boca puede originarse en el mismo tejido de la cavidad bucal o por metástasis de otro lugar del cuerpo.
¿Cómo se tratan las enfermedades orales?
El tratamiento convencional de las enfermedades bucodentales se centra en eliminar mecánicamente los agentes bacterianos para reducir la infección e inflamación; por ejemplo, el cepillado con pastas antibióticas. Otra opción es tratar de mejorar el periodonto, o sea, las encías y demás tejidos de soporte mediante antibióticos u otros medicamentos.
Sin embargo, estos tratamientos tienen dos inconvenientes: no promueven la curación del tejido —se limitan a inhibir el crecimiento de bacterias y hongos— y tienen efectos secundarios.
Es el caso de la clorhexidina (CHX), el antiséptico más utilizado para la higiene dental, cuyo uso prolongado se desaconseja debido a su toxicidad.
Además de CHX, la mayoría de los enjuagues bucales comerciales y colutorios (más viscosos o espesos que los enjuagues) contienen alcohol, al que también se atribuyen efectos adversos en el organismo.
Probióticos para la salud bucal
Los probióticos son bacterias vivas que tienen un elevado potencial terapéutico para el tratamiento de enfermedades infecciosas. Se utilizan con frecuencia para tratar enfermedades gastrointestinales (GI) y estimular el sistema inmune para prevenir infecciones, estrés oxidativo y enfermedades inflamatorias.
Y también se utilizan en la práctica dental (ver).
Del mismo modo que el tracto GI, la boca está habitada por una gran cantidad de microflora y es susceptible de sufrir infecciones frecuentes (referencia). Las infecciones ocurren principalmente debido a que los organismos patógenos colonizan la cavidad oral, lo que altera el equilibrio del microbioma normal. Este desequilibrio se conoce como disbiosis.
Pues bien, la disbiosis en la boca o cavidad oral se puede controlar sin efectos secundarios mediante el uso de probióticos.
Los probióticos ayudan a inhibir la formación de colonias de bacterias y hongos causantes de trastornos orales. Actúan, pues, como agentes antimicrobianos —antibacterianos y antifúngicos— para el manejo de enfermedades infecciosas bucales. Estudios recomiendan su uso para el control de la caries, gingivitis y periodontitis, halitosis, síndrome de boca ardiente y cáncer bucal.
NOTA: la glosodinia, o síndrome de boca ardiente, es una enfermedad caracterizada por ardor persistente o quemazón y escozor o picor en la boca, que afecta sobre todo a la lengua. Suele ir acompañada de una alteración del sentido del gusto (disgeusia) y sensación de sequedad de la boca (xerostomía). Es más habitual en las mujeres, particularmente alrededor de la menopausia.
Los probióticos:
- Pueden reducir el número de patógenos asociados con la caries dental, ayudando tanto a tratar como a prevenir esta afección (ver). Los estudios sugieren que hay una reducción sustancial de la bacteria S. mutans cuando se usan probióticos con regularidad.
- Producen bacteriocinas que pueden ayudar a reducir las biopelículas de bacterias patógenas causantes de gingivitis y periodontitis, así como a disminuir la inflamación.
- Lactobacillus actúa contra el hongo Candida albicans, causante de candidiasis bucal u oral.
- Investigaciones actuales asocian la disbiosis oral con el desarrollo de cáncer oral, y plantean la hipótesis de que los efectos beneficiosos que ejercen los probióticos en el cáncer intestinal y el cáncer de colon son similares a los que ejercen en la mucosa de la boca. Así pues, la administración de estos tendría beneficios potenciales para prevenir este tipo de cáncer.
- En pacientes con cáncer, pueden restaurar el equilibrio y la función del microbioma oral después de su deterioro durante un tratamiento contra el cáncer.
En definitiva, los «probióticos tienen un enorme potencial terapéutico —señala una revisión de estudios reciente— y se debe realizar una investigación más profunda sobre estas bacterias beneficiosas para convertirlas en uno de los fármacos líderes en el tratamiento de los trastornos bucales».
Otras recomendaciones para mantener tu boca sana
He aquí más consejos para prevenir la aparición de trastornos de la salud bucal y mantener tu boca limpia y sana (fuente):
- Para prevenir enfermedades bucodentales como caries o periodontitis, que pueden conducir a la pérdida prematura de dientes, mantén una dieta saludable. Reduce los azúcares.
- Fuera tabaco.
- Disminuye el consumo de alcohol.
- Asegura una higiene bucal correcta. Cepilla regularmente los dientes utilizando un cepillo suave —o un cepillo quirúrgico si tienes las encías muy sensibles— e hilo dental para eliminar los restos de comida.
También puedes hacerte con un dentífrico o pasta de dientes natural. Y elaborar tu propio enjuague bucal, sin ingredientes potencialmente nocivos como la CHX y el alcohol, añadiendo a un vaso de agua unas gotas de tintura de un antibiótico natural como el própolis como ésta. Utiliza este enjuague bucal casero a modo de elixir tras el cepillado.
La salud bucal u oral se define como un estado libre de dolor en la boca, de infecciones, llagas, pérdida de dientes, así como de otras enfermedades y trastornos que afectan al bienestar y limitan la capacidad para masticar, hablar y sonreír. Esta es esencial para la calidad de vida y la salud general. Los probióticos pueden ayudar a mantenerla, y, a diferencia de los preparados antibióticos y fármacos, sin efectos secundarios nocivos.
Unos buenos hábitos y el consumo regular de probióticos te ayudarán a mantener boca y dientes sanos.
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Y sonríe. 😀
Por Elisabeth Lahoz
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